lunes, 6 de mayo de 2013

Críticas de Gonzalo Marina, "El circuito de teatro" y de Fernández Moujan, "TELAM"



«Se pueden mencionar varios puntos elevados de la puesta, imposible obviar el enorme trabajo de Roxana Berco. Su caracterización, contundente, sombría, abarca toda la obra, pese a su inmovilidad y casi desaparición. Eduardo Florio aporta brutalidad. Tanto la iluminación como la escenografía generan inquietud ya que la actriz parece atrapada entre raíces retorcidas y espejos… Arévalo logra transmitir el mensaje esencial, como si nunca hubiéramos escuchado hablar de un tal Samuel Beckett.»



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